Cumplir con las obligaciones de los grupos multinacionales ante la ISSIF es clave para las empresas que buscan cumplir adecuadamente con los requerimientos de transparencia y coherencia tributaria exigidos por la autoridad mexicana. Comprender su alcance es fundamental para evitar riesgos regulatorios y garantizar operaciones alineadas con la normativa vigente.
La Información sobre Situación Fiscal (ISSIF) tiene como finalidad ofrecer a la autoridad un panorama claro de la estructura, operaciones y cumplimiento fiscal de los contribuyentes con presencia multinacional. Para los grupos que superan determinados umbrales financieros, proporcionar esta información no solo es obligatorio, sino una herramienta que permite demostrar la correcta tributación en México y en otras jurisdicciones donde operan. Este cumplimiento aporta certeza jurídica y refuerza la confianza en los procesos internos de control fiscal.
Entre las principales obligaciones destaca la presentación anual de la ISSIF, la cual debe incluir datos precisos sobre la composición del grupo, los ingresos consolidados, las actividades principales, así como operaciones relevantes que puedan generar impactos fiscales. El nivel de detalle exigido por la autoridad implica que los grupos multinacionales deben contar con procesos de recopilación y validación de información sólidos, capaces de garantizar exactitud y coherencia en cada apartado reportado.
Otro elemento clave es la obligación de preparar y reportar la documentación relacionada con precios de transferencia. Debido a que las operaciones entre partes relacionadas suelen representar un foco de atención para las autoridades fiscales, la ISSIF se complementa con estos estudios, que deben demostrar que las transacciones internas se realizan a valores de mercado. Esto contribuye a evitar ajustes fiscales y sanciones derivadas de inconsistencias o incumplimientos.
Asimismo, los grupos multinacionales deben asegurarse de cumplir con los plazos establecidos por la autoridad fiscal para la entrega del ISSIF, generalmente alineados con las declaraciones anuales. El incumplimiento o la presentación tardía puede derivar en multas significativas e incluso en revisiones más profundas por parte del SAT. Por ello, una adecuada planeación y la verificación previa de la información son fundamentales para reducir riesgos.
Atender estas obligaciones no debe verse únicamente como un trámite fiscal, sino como la oportunidad de fortalecer la gobernanza corporativa y optimizar la gestión tributaria del grupo. La calidad de la información reportada no solo impacta en la relación con la autoridad, sino que también genera beneficios internos al mejorar la visibilidad sobre las operaciones multinacionales.
